domingo, 11 de noviembre de 2007

Creación versus evolución



Hace poco me he enterado que el presidente George W. Bush quiere abolir por ley, la enseñanza de la teoría evolutiva e implantar la creacionista.

Como siempre, y aunque tenía una ligera idea sobre ambas teorías, he invocado al Oráculo, y este ha tenido a bien informarme más ampliamente.

Parece ser que dentro de la teoría creacionista, existen varias subdivisiones, unas más descabelladas que otras y que niegan con más o menos fuerza la evolución.

Hasta me he encontrado con un simpático arzobispo anglicano, James Ussher (1581-1656); que dijo que la edad de la Tierra era de 6.000 años, y afirmó que la creación del mundo, se inició en el atardecer anterior al domingo del 23 de octubre del año 4004 a.C. del calendario Juliano, o sea, el 22 de Octubre.

Aseverando todo esto al tomar la Biblia como base, cosa que le causaría bastantes problemas, ya que esta fue compilada de diferentes fuentes a través de los siglos, con diferentes versiones y grandes vacíos cronológicos, haciendo imposible efectuar una simple suma de las edades y fechas que contiene.

Él dice que la creación se inició al atardecer y no durante el día, Ussher debió creer que Dios en la época en que empezó con la creación era hebreo, pues usó el calendario hebreo para hacerlo, y por eso supuso que descansó en un sábado y tirando hacia atrás, llegó a la conclusión de que el inicio de la creación debía ser también en ese día, pero al atardecer, que es cuando termina el Sabbat.

Desde luego, la teoría creacionista, niega rotundamente la extinción de los Dinosaurios y demás animales, arguyendo que esos bichos murieron ahogados en el famoso Diluvio Universal, incluso ha habido quien ha dicho que todos esos fósiles son falsos, y otros aseguran que estos no están extintos, si no que viven en algún lugar, escondidos.

¿Dónde?, porque bulto hacen y comer no digamos, a ver si ahora nos van a decir que los causantes de la deforestación o la extinción de tantos animales en el planeta, la han causado estas fieras, que salen por las noches y se dedican a comer sin medida.

Por otro lado, los investigadores han declarado y no sin base, que los humanos compartimos el 99.99 % de nuestro ADN con los chimpancés, entendería, tal como están las cosas, que estos últimos se negaran a intervenir en esta herencia, pero lamentablemente no los entendemos.

Es el Señor Bush el que se niega a aceptar su parecido, altamente notorio con estos inteligentes animalitos. Si yo fuera chimpancé lo borraría de mi árbol genealógico, ¡por favor!, a veces pienso que este hombre comparte ADN con alguna clase de lombriz, y no es mi intención menospreciar la inteligencia de estas últimas, ni mucho menos ofenderlas.

También dicen los creacionista que cuando Dios hace algo, lo hace perfecto, y que nada de lo que él creó necesita evolucionar y mucho menos extinguirse, podríamos decir que en parte tienen razón, pues el balance en la naturaleza es obvio y todo está encadenado.

Pero a medida que he ido investigando me encuentro con otro escollo, ese problema es la creación del hombre, ya que, o el Señor tuvo un error de construcción o no me queda otro remedio que decantarme por la teoría evolucionista, admitiendo que en esta también hubo un error en algún momento de la historia.

Yo que soy ceramista, no dejo de pensar en las palabras del Génesis, cuando dice que el hombre fue creado con barro.

Y mi fantasía, bastante traviesa, hace que me lo imagine sentado en alguna roca, remangado y con un montón de barro entre las piernas, creando una escultura a su imagen y semejanza, al que después le insuflaría vida, pero…

Y aquí vienen mis dudas, veréis os contaré:

Cuando uno hace algo con barro, la pieza, mientras se va trabajando no debe dejarse secar sin más, si no que debe cubrirse con alguna tela húmeda, para que la obra se vaya secando lentamente y por partes iguales, así no se crean tensiones, las cuales producirían grietas y podrían generar la rotura de dicha pieza, el secado es la parte más importante del proceso, es por eso que me pregunto: ¿Se tomó el tiempo suficiente para que la escultura fuera secando por partes iguales?

Otra cosa fundamental, es el quemado, si el barro no se quema, la arcilla se desmorona convirtiéndose en polvo; y me vuelve a asaltar otra duda: ¿la metió en el horno?, porque eso de “polvo eres y en polvo te convertirás”, me da mucho que pensar.

Y por último, la temperatura del horno, porque si esta última no es la adecuada, la pieza no sale como debe ser, y a veces creo que muchos de nosotros aún estamos algo crudos.

Así que, teniendo en cuenta la cantidad de paridas que el hombre ha hecho durante todo el periodo que se encuentra sobre la tierra, sean 6.000 años o millones, no me toca otro remedio que pensar que el Creador, aún queriendo hacer las cosas bien y como no sabía de alfarería, en algún momento del proceso metió la pata.

Pero si estoy equivocada en estos razonamientos, entonces sólo puedo creer que como descubrió Hugo de Vries (botánico holandés 1848-1935), y en el momento que alguna célula reproductora cambió al azar para mutar, hubieron otras variaciones que al ir evolucionando se han convertido en estos seres, y estos en un ataque de diarrea mental colectiva, se niegan a aceptar lo que tan obviamente tienen delante de sus narices. Una cantidad inmensa de información científicamente comprobada, que ellos quieren erradicar de un sólo un plumazo.

Espero, por el bien de la ciencia, que los señores senadores no padezcan de ninguna clase de malestar mental, porque si no, ya veo toda esa información guardada bajo llave y llena de polvo en alguno de los hangares que para ese efecto tiene la C.I.A.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que fue Bertrand Russell el que dijo que Qué culpa tiene el botijo de la inexperiencia del alfarero. Salut