domingo, 9 de septiembre de 2007

Sardinas Voladoras 2

La verdad, me dejó perpleja, ¿qué relación tendría semejante lugar con mi conocimiento en lenguas?, por supuesto mi pregunta fue: que para que necesitaba toda esa información.
La respuesta no se hizo esperar, y fui notificada de que si había un aterrizaje de emergencia, mi deber consistiría en ayudar a la gente a salir del avión y teniendo en cuenta de que me podría encontrar con personas de diferentes países, se querían asegurar de que nos entendiéramos.
Hasta ahí, todo era más o menos comprensible, pero amigos, había sido elevada al rango de auxiliar de vuelo sin comerlo ni beberlo, y lo más cómico de toda esta situación, es que en todo el tiempo que duró el vuelo, nadie me informó de cómo se hacía para abrir la pinche puerta, cosa que me tuvo muy preocupada todo el viaje.
Pero eso sí, todos se preocupan mucho de que hagamos gimnasia para poder desentumecer las piernas, y por las pantallitas del asiento delantero, una señorita con un cuerpo de película, nos da instrucciones de cómo hacerlo. Señores…, un poco de respeto con los pasajeros, que no hay espacio ni para girar los pies, hay gente que ni cabe en el asiento, díganme como diablos hace uno para poder estirar las piernas si ni siquiera te cabe el trasero, así que, el único ejercicio que estamos en condiciones de practicar, es respirar, eso si, profundamente y con cara de haber alcanzado el nirvana, aunque ya no sintamos las piernas.
Y mientras sigamos respirando, ellos seguirán haciendo los aviones cada vez más grandes y poniendo más filas de asientos, y desde luego, aumentando el precio de los vuelos.
Al menos en el seiscientos, uno tenía el privilegio de ir mirando por la ventana, y cuando se quería, se paraba el vehículo y se daba el lujo de ver los lugares por donde pasaba, de cerca y no a diez mil metros de altura.
Al paso que vamos, dentro de poco, cuando aterricemos en algún aeropuerto, veremos venir un camión con un enorme abrelatas incorporado para poder sacarnos de allí, y si no al tiempo...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Angeles!
Solo a vos se te ocurre comparar un Boeing con un Fiat Seiscientos (en Argentina no eran Seat sino Fiat), y lo mejor de todo que le encontrás punto de comparación!!!!
Una pequeña diferencia, que no por eso debemos dejarla pasar por alto, es que (al menos a mi) nunca me han pedido mas de un idioma para sentarme junto a la puerta de un Seiscientos, ni tampoco me preocupo mucho saber como se habria la puerta... es más, muchas veces la puerta se abria sola!! Y ahi sí comenzaba un rosario de insultos en cuanto idioma supiera!!.
Aqui estaré, atento a tus nuevas publicaciones. No dejes de escribir!
Un beso grande
Jorgito

Anónimo dijo...

Fe de erratas:
Donde dice "habria la puerta"
Léase "abría la puerta"
y no piénsese "que bruto este tipo"
Gracias!
Jorgito

Angels dijo...

Gracias Jorge por tu colaboración, no te preocupes, seguiré dando el turre, espero seguir viéndote por aquí

Angels dijo...

Gracias Jorge por tu colaboración, no te preocupes, seguiré dando el turre, espero seguir viéndote por aquí

Anónimo dijo...

Gracias por lo de las lenguas. Si lo he entendido bien, se trata de saber decir en varios idiomas Nos la hemos pegado, Salgan por aquí cuando cnsiga abrir esta condenada puerta...
sigue informando, Àngels. Por cierto, la familia ¿cuánto mide?

Angels dijo...

Ya deberías saber guapísimo, que mi familia, al menos para mi, se encuentra en la estratosfera, es decir, dentro de la normalidad..., para los demás, Besazos enormes