martes, 18 de septiembre de 2007

El mes sagrado 2

...Todos estamos pendientes de los grandes Imanes de la Meca, pues son ellos los que dictaminan en que momento empieza el periodo sagrado, y debe ser que no se fían de los últimos adelantos de la técnica, pues lo han de ver con sus propios ojos, y una semana antes de su inicio y otra antes el final, nos la pasamos preguntándonos los unos a los otros, si ya se sabe cuando empezará o terminará, cosa que no se sabe hasta el mismo día, más bien la misma noche, y todos respiramos descansados, o empezamos a sufrir las consecuencias de la estricta dieta impuesta por Mohamed, en la época de las ranas, desde el mismo momento que se da la noticia desde la Meca.
¿Qué pasaría si la religión católica tuviera algo así?, no se, algo que nos hiciera especiales durante un periodo de tiempo tan largo.
Por ejemplo, ir cargando cruces desde la salida del Sol hasta la puesta, por ejemplo, o azotarnos, como hacen en algunas poblaciones Españolas, en Semana Santa, y que además fuera obligatorio para todos los residentes de un país, por un mes, sin distinción de religión ¿qué pasaría?
Para empezar, los Españoles, encontraríamos la manera de salirnos por la tangente, y las fabricaríamos de Porexpan, así no pesarían, y si como aquí, todos tuvieran que pasar por el tubo, la policía se pondría las botas, encarcelando a los que le hubieran puesto ruedecillas a las susodichas, para que su carga fuera más llevadera.
Pero las asociaciones de religiones no católicas, pondrían el grito en cielo, diciendo que es inhumano, y si los católicos queremos azotarnos, o cargar lo que sea, pues que lo hagamos, pero que no involucremos a los demás, que ellos no tienen la culpa de que Cristo muriese en la cruz, o de que lo azotaran durante el calvario.
Por lo tanto, nosotros, que somos muy buena gente, dejaríamos eso sólo para los católicos.
Entonces…, ¿Qué culpa tenemos los pobres desgraciados qué vivimos aquí, y qué no somos Musulmanes, de qué ellos quieran cambiar sus horas de ingesta de alimentos, y correr el riesgo de morir por falta de líquidos a esas temperaturas?
Por lo tanto, en vista del panorama que nos espera si no lo cumplimos (prisión), todos ayunaremos en el nombre de Allah, mientras nos toque estar en la calle, y una vez en casa, haremos lo que el sentido común nos dicte, comeremos cuando tengamos hambre, y beberemos cuando tengamos sed, ¡Por Allah!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto os pasa por estar tan "allah". Si estuvierais más cerca...