¡Ya tengo el carnet!

Después de casi un año en este país, por fin me han dado mi carnet de conducir, y no es porque me haya tenido que examinar de nuevo y no haya conseguido pasarlo, no, sólo consistía en convalidar el antiguo de Dubai por otro de Kuwait, ya que todos los países del Golfo forman una Federación.

Primero tuve que hacer mi permiso de residencia, que duró bastante por pura burocracia y después de análisis de sangre y radiografías, papeles y más papeles, se me fue otorgada mi visa de residencia, eso si, siempre bajo el aval de mi esposo.
Una vez conseguida la visa, ya podía hacer todos los papeles que necesitara, por ejemplo, sacarme una tarjeta de crédito, la cual no está a mi nombre; donde debería estar mi nombre, está el de mi marido, él es el dueño de todo, incluso de mi tarjeta de crédito, cada vez que yo pago con ella o saco dinero, mi esposo es inmediatamente informado de ello a través de sms. Si no tengo un trabajo y una visa a nombre de una empresa, no puedo ser dueña de una tarjeta de crédito.

Los papeles para mi carnet de conducir empezaron a hacerse el mes de Mayo de este año, para que se pudieran empezar los trámites, nos dijeron que se necesitaba un certificado de la policía de tráfico de Dubai donde dijera que no tengo nada pendiente con la ley en aquel país, así que mi carnet fue mandado para allí, donde las autoridades de tráfico con un “Insha Allah bukra” (mañana si Dios quiere), se lo tomaron con calma esperando que Allah hiciera los trámites pertinentes, y mi carnet estuvo allí dos meses.
Una vez aquí y sin ningún impedimento por parte del departamento de tráfico en Dubai, se empezaron a hacer los papeles para la convalidación del carnet, pero…
Las leyes cambian cada dos por tres, y nadie sabe bien que se necesitan, pero si consideran que los papeles son pocos, pues se inventan algunos más. Después de mucho papeles y de interceder por nosotros alguien que tenía “contactos” en tráfico, nos dijeron que lo único que necesitábamos era que se presentaran los diplomas universitarios de mi esposo y mío, ¡Y un cuerno!, exclamó mi marido, no presento más papeles, si hace falta lo compro, más conocido como Habibi bussines (asuntos de amigo).

Según las últimas leyes de tráfico, sólo pueden obtener el permiso de conducir gente con títulos universitarios o chóferes. ¿Entonces todos esos salvajes que van por las calles como si estuvieran cansados de vivir o fueran asesinos en serie tienen un título? Deben ser suicidas u homicidas titulados en imprudencias temerarias.
Las reglas de tráfico no se usan para nada, es más creo que ni saben que existen, te adelantan por donde les da la gana, ya sea por la izquierda o la derecha, si hace falta hasta por el arcén, y si no lo pueden hacer, pues te apartan, estás en su camino; cosa que nos pasó a nosotros, un loco de unos veinticinco años simplemente nos sacó de nuestro carril para poder pasar él ¿cómo nos atrevíamos a estar en medio cuándo él se dignaba a pasar?
Te adelantan a doscientos Km. por hora, van por la carretera haciendo eses, cambiando de carril y adelantando a su antojo, sin importarles si están poniendo en peligro vidas ajenas, la cuestión es correr, ser los más rápidos y los dueños de la carretera, mostrando sus potentes coches y haciendonos oír el rugido de sus motores.
Claro que luego está la parte contraria, gente que van por el carril izquierdo a cincuenta Km. por hora, que no se apartan ni por casualidad y que ni miran por los espejos a la hora de cambiar de carril, ¡Para qué! y para terminarlo de arreglar, están las señoras cubiertas totalmente, con sólo una abertura para los ojos que les permite ver, creo yo que sólo de frente, pues por los lados, los telas que les cubren la cara les deben imposibilitar la visión.
En mi vida había visto accidentes como los que se ven en este país, coches destrozados de tal manera que dudo que sus ocupantes hayan podido salir con vida, y eso es cosa de cada día y en cualquiera de las carreteras de esta ciudad, ¿sabéis que tienen un índice altísimo de gente discapacitada por accidentes?

Después de todo esto que os he contado, estoy pensando seriamente en devolver mi permiso de conducir o cambiar el coche que ya tengo esperándome desde hace dos meses en el garaje, por algún tanque o vehículo lo suficientemente blindado que me ofrezca seguridad a la hora de salir y aventurarme por esas carreteras de Dios.