miércoles, 6 de agosto de 2008

Las intenciones del Señor


Entonces Moisés decidió tener una charla con Dios y le dijo así:
-¿Señor, por qué castigas de esta manera a este pueblo, para que me enviaste aquí?, Desde que vine a hablar con el faraón, este ha maltratado aún más a tu pueblo y tu no has hecho nada para salvarlo.
No se de que se extraña ahora este tipo, el Señor ya se lo dijo, le contó cuáles eran sus planes, Dios ya le había dicho que haría que el faraón se pusiera terco y no los dejase salir, así que no entiendo ahora a que viene esta queja, lo tenía que haber hecho antes, vamos, creo yo, si él no entendía que tenía tratos directos con él, menos lo vamos a entender nosotros, pero bueno, ya sabéis, designios…
Y como ya os podéis imaginar la respuesta no se hizo esperar, pues el Señor le contestó:
-“Ahora verás lo que voy a hacer con el faraón, porque sólo por la fuerza os dejará salir de su país; es más, él mismo os dirá que se vayan.
Acabáramos, así es como pensaba el Señor, fastidiarlo hasta que el hombre dijera, ¡Qué se vayan, qué me dejen tranquilo, no quiero verlos más!
Moisés ya se daba por satisfecho con la respuesta, pero parece que Dios no había terminado de decir todo, así que se tuvo que dar media vuelta y volver a ponerse de rodillas mientras el Señor le decía otra vez lo de los tres de siempre, lo del pacto con ellos y que nunca les había dicho su nombre y que su nombre es el Señor, le habló de que les había prometido darles la tierra de Canaán, o sea en la que vivieron como extranjeros por algún tiempo.
Y añadió que ahora que había oído que los israelitas sufrían y los egipcios los obligan a trabajar se había acordado de su pacto; ¡Qué memoria, qué memoria!, y yo me sigo preguntando, ¿No qué lo ve todo?, ¿hasta ahora no se había dado cuenta de que esta gente estaban trabajando como animales?, seguro que está muy ocupado vigilando los pecados que cometemos y no se da cuenta de las que pasan en su reino, o es que además de que tiene mala memoria, es un despistado de cuidado, porque si no ya me dirás, pero prosigamos con las palabras del Señor
-“Voy a liberarlos de su esclavitud, desplegaré mi poder y los salvaré con grandes actos de justicia, diles que los tomaré como mi pueblo”
¿Qué no lo son todos los pueblos de la tierra, o es qué ellos son mejores por algo qué no sabemos y a los otros los va a repudiar?, otra pregunta; ¿Si el Señor, que es omnipresente, se hubiera dado cuenta antes la cosa no hubiera sido más fácil? , ¿El guión ya estaba escrito y no se podía cambiar, o sólo quería demostrar lo poderoso qué es?
-“Así sabrán que soy el Señor su Dios, el que los salvó de los duros trabajos a los que habían sido sometidos por lo egipcios”; claro que no dice que nada de esto hubiera pasado si él no lo hubiera empezado, enviando a José a Egipto a descifrar sueños.
Bueno, poco a poco nos vamos dando cuenta de que va todo eso, señores, vanidad, simplemente vanidad.
Así que el pobre Moisés ya lo ves corriendo a llevar el recado a los israelitas, y claro, estos no le hicieron el más mínimo caso, la cosa parecía recochineo, de verdad.
Entonces Dios le volvió a decir a Moisés:
-“Ve a decirle al faraón que deje salir de Egipto a los israelitas.
Moisés, con un profundo suspiro, le dijo:
-Pero si ni los israelitas me hacen caso, como vas a pretender que el faraón lo haga, además tu ya te has encargado de que el faraón esté cada vez más cabezota en no dejarlos salir, así que ya me dirás, y teniendo en cuenta lo torpe que soy para hablar, pues más a su favor, se va a morir de la risa.
El pobre Moisés ya empezaba a estar un poco harto de ir todo el día arriba y abajo con recaditos del Señor y encima, que nadie le hiciera el más mínimo caso.
Pero el Señor insistió y le dijo:
-“Ve ante el faraón y exígele que deje salir a los israelitas de Egipto”
-Señor, ya te he dicho que soy muy torpe hablando, que no me hará caso, créeme, yo sé lo que me digo, hazme caso por una vez, que no se hablar.
Así que el Señor le dijo:
-“Está bien, mira voy a permitir que actúes en mi lugar ante el faraón y que tu hermano Aarón hable por ti, Pero yo voy a hacer que el faraón se ponga terco y entonces yo descargaré mi poder sobre Egipto y con grandes actos de justicia yo sacaré de allí a mi ejercito, es decir a mi pueblo, a los israelitas. Y cuando haya hecho esto, los Egipcios sabrán que soy el Señor”
A todas estas, parece ser que Moisés no era el chaval atlético que nos presentaron en la película, ni mucho menos, Charlton Heston era joven en aquella época, pero Moisés tenía entonces ochenta años y su hermano ochenta y tres, desde luego, no eran unos chavalitos como para andar todo el día arriba y abajo con recaditos para todo el mundo.

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