jueves, 29 de noviembre de 2007

¡Soy feo!...¿Y qué?

Estos últimos días un extraño virus me ha tumbado en la cama; durante este tiempo mis compañeros de fatigas han sido mi portátil, los libros y de vez en cuando la televisión.
Os puedo asegurar que la programación de TVE Internacional, no es algo digno de mención, al menos lo que yo he visto, por lo tanto no es necesario estar pendiente de ella, no obstante sirve perfectamente como acompañante en el sopor de la fiebre.
Una mañana en que estaba más atontada de lo normal, hubo una noticia que me llamó la atención, no por lo sensacionalista de la misma, si no por lo absurdo del tema.
Una señorita muy bien dispuesta y micrófono en mano, apareció en la pantalla con cara de preocupación extrema por el protagonista de la crónica.
Un hombre de mediana edad y en el paro, hasta ese momento todo era normal; no debería ser normal estar en el paro pero es otra historia ¿entonces qué era lo que hacía a aquel caballero tan especial para que fuera digno de un reportaje televisivo?
La reportera, empezó a preguntarle cuanto tiempo hacía que estaba en el paro, él contestó que cuatro años y que lo estaba pasando muy mal, creo que como todos los que están en su misma situación, también dijo que tenía dos carreras universitarias y hablaba tres idiomas. Desde luego le preguntó que si se dedicaba a buscar empleo y el señor dijo que salía todos los días sin haber conseguido ninguno.
Cuando la amable muchacha le preguntó extrañada: ¿Cómo puede ser qué en cuatro años no haya conseguido un sólo empleo?, el hombre la miró con una sonrisa triste pero a la vez satisfecha, por fin le había hecho la pregunta indicada y soltando un profundo suspiro dijo:
-¡Por feo!
Hasta ese momento yo había estado tirada en la cama con la vista perdida en la pantalla, pero al oír aquello, mis ojos se abrieron como platos e inmediatamente me incorporé para observar mejor a aquel señor que decía que era feo, lo miré desde todos los ángulos posibles, y la verdad, por mucho que lo examiné no le encontré nada que a mi me pareciera antiestético.
El señor no hacía más que quejarse de lo mal que lo trataban en todas partes, ¡durante cuatro años!, incluso había puesto demandas por ese motivo, diciendo que hasta en los juzgados lo habían discriminado por gordo, añadiendo incluso que su esposa se había divorciado de él por feo. Pero para mi, ese señor no era lo que él y la señorita estuvieron insistiendo durante todo el reportaje.
La belleza es algo muy subjetivo, y creo que hoy en día la gente está más obsesionada con su aspecto físico que con lo que se es interiormente, no somos maniquíes de escaparate, ser altos, bajos, gordos, delgados… es una de las cosas que nos hace seres individuales y únicos, pero últimamente parece ser que la gente se está creando según cánones establecidos por no se quien, formando de esta manera, una manada de ovejas sin criterio propio, y lo que es peor, originando enfermedades fatales que pueden llevar a la muerte.
Las salas de espera de los cirujanos plásticos parecen supermercados, ¿Quieres labios más sensuales?, colágeno, ¿glúteos levantados? Silicona, ¿cintura más delgada?, pues nada, un par de costillas fuera, ¿rellenar camisetas?, más silicona, ¿nariz muy larga?, pues se corta, ¿es corta?, no hay problema, se alarga, ¿quieres formar parte de la manada? no te preocupes, lobotomía, todo sea con el fin de hacernos ver eternamente jóvenes.
He conocido gente en México que dos veces al año se enyesa el torso durante quince días, sólo para poder lucir más delgados y gozar de menos cintura durante un tiempo y si me reúno con conocidas, se que el tema de conversación terminará girando sobre todas las dietas habidas y por haber, está bien que cuidemos nuestro cuerpo para sentirnos mejor, pero creo que lo estamos llevando a límites absurdos.
En los concursos de belleza de Colombia, no son admitidas chicas que tengan más de cinco cirugías plásticas, ¿Decidme pues, dónde está la hermosura si todo está retocado?
La belleza para mi es un conjunto de cualidades tanto físicas como espirituales, se puede ser “feo”, pero ser una persona tan simpática, tan rica interiormente, que esa “fealdad” se nos olvide por completo y la veamos “atractiva”. Por otro lado, he conocido personas sumamente guapas que necesitaban urgentemente cirugía plástica en el alma o en el cerebro, si esto fuera posible, claro.
Siempre he pensado que las arrugas de la cara son el mapa de nuestra vida y según mi opinión, borrarlas es sinónimo de que uno no está satisfecho con la vida que ha tenido.
Para terminar, os diré que hay algo en este tema que me preocupa terriblemente, y es si las bolsas de siliconas son biodegradables, no sea que después de habernos convertido en una imagen prefabricada, contaminemos aún más el planeta llenándolo de bolsitas de relleno.

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domingo, 25 de noviembre de 2007

¡Nos invaden!



Nos habíamos acostado hacía tan sólo unos minutos, cuando un ruido sordo y lejano hizo que los dos levantásemos la cabeza, yo le pregunté a mi esposo sobre la procedencia de ese sonido, a lo que él me contestó que posiblemente se trataba de una tormenta aún lejana, pero el sonido era demasiado acompasado como para que fueran truenos.
Y a menos que San Pedro hubiera organizado una farra por todo lo alto en el cielo y estuviera orquestando alguna tempestad para beneplácito de los invitados, aquello no era una tormenta.
El sonido no cesaba, así que los dos a una e impulsados por un resorte invisible, saltamos de la cama y corriendo nos fuimos hasta la otra punta del apartamento, donde teníamos una gran terraza con una hermosa vista sobre la ciudad.

Como ya he contado en otra ocasión, hay veces en que parece que deje de pensar, en aquel momento, la escena que tenía delante de mí hizo que se produjera uno de esos momentos.
Lo que mis ojos veían era un espectáculo que no había visto nunca, en algunos lugares se veía algún que otro incendio con el humo correspondiente, pero lo que más me llamó la atención, fueron unas lucecitas verdes por un lado y rojas por el otro que de repente salían de no se sabe donde y que seguían una trayectoria, mi primer impulso fue pensar en la guerra de los mundos y asustada le pregunté a mi marido:
-¿Qué pasa?- a lo que mi esposo, me contestó: -Nos invaden-, -¿Pero quién?, -¿Quién va a ser?, los gringos, mujer, los gringos.

Sólo me faltó darme yo misma un buen golpe en la frente, y decirme, ¡Mensa, pues claro!, si en realidad los estábamos esperando hacia un montón de tiempo, ya que cada semana las voces corrían como pólvora por toda la ciudad, con el consabido:- Esta semana sin falta nos invaden, el martes, ya es seguro, lo se de buenas tintas…, así llevábamos meses.
Y se llenaban los depósitos de gasolina de los coches, y se atiborraban las despensas.
Aunque yo creo que cuando se planea invadir un país, se debe usar el factor sorpresa, no ir avisando que:
El próximo martes “Dios mediante”, a las 1.700 horas invadiremos; rogamos por el bien de todos, que estén listos, tengan de todo no sea que luego les falte algo y la fastidiemos.

Por eso y sin avisar, la noche del 19 al 20 de Diciembre de 1989, los marines de las tropas de Estados Unidos de América invadieron Panamá.
Y ahí estábamos nosotros sin saber que hacer, ni para donde ir, con nuestras cosas preparadas en la puerta del apartamento, listos para salir en cualquier momento.
Supongo que el resto entra dentro de los límites de la normalidad en cuanto a invasiones se refiere, la verdad, no puedo comparar con ninguna más.

Hubo desembarcos en toda regla, saltos en paracaídas, bombas y disparos por todas partes, y los “GIjoe”, se paseaban por la ciudad, comiendo pizzas y Mac Dolands, cargados con sus mochilas, sus cananas y armas, y la gente aplaudía a su paso.
Los vecinos del edificio se unieron para montar guardias y defendernos de los batallones de la “dignidad”.
El día que todos los vecinos se reunieron, mi esposo y otro vecino, Vicente, se sintieron fuera de lugar, pues eran los únicos en todo el edificio que sólo podían defenderse con un cuchillo de cocina, que vergüenza, ¿A quién se le ocurre no tener una simple Kalashnikov en casa?, si hasta lo anuncian por la tele, ¿Quiere ser feliz?, ¡Ponga una metralleta en su vida!

El día 24 de diciembre, Noriega se entregó en la Nunciatura Apostólica de Panamá, quizás pensó ponerse al lado del más grande, ¿y quién más poderoso qué Dios?, y allí fue donde empezó el calvario del Nuncio, y de paso el nuestro también.
A estos Señores, los gringos, no se les ocurrió otra cosa que usar tortura Psicológica, para que Noriega se entregara, y la usaron, ¡vaya qué la usaron!, pero con todo bicho viviente que se encontraba a un radio de varios cientos de metros del lugar.
Durante varios días estuvieron amenizando nuestras vidas con “Heavy Metal”, que a todo volumen salía día y noche de unos altavoces enormes, estratégicamente emplazados, para mermar la moral del susodicho.

¡Virgen del amor hermoso!, así estuve de entregarme y declarar que yo había asesinado a Julio Cesar, para no tener que escuchar aquel ruido infernal ni un minuto más, en el barrio se organizaron novenas multitudinarias, para que el Señor iluminase al Nuncio y este le arreara una patada en el culo a Noriega, habían peregrinajes con velas encendidas hasta el lugar, pero los cánticos que la gente elevaba al cielo, quedaban callados por el sonido ensordecedor que salía de aquellos altavoces, e incluso hubo quien pensó en ir de rodillas hasta la zona del canal para ver si servía de algo, pero nada de aquello sirvió para que apagaran aquellos altavoces.
Así que no nos quedó otro remedio que aguantar y esperar que el Altísimo oyese nuestras súplicas y el hombre en cuestión se entregara, cosa que al fin hizo.
Nunca sabremos si fue debido a algún ultimátum que el Nuncio le dio, o simplemente porque la tortura había surtido efecto, pero un helicóptero lo recogió del jardín de la Nunciatura y se lo llevó.
Los vecinos reunidos en una manifestación delante del lugar, elevamos al cielo nuestros cánticos de gracias, aunque más tarde los medios de comunicación dijeran que era en rechazo al General, en realidad era la alegría que salía de nuestros corazones, producida por el silencio que por fin nuestra vida había recuperado.

He querido tomar a broma y poner un punto de humor en lo que durante varios días resultó una de las peores experiencias de mi vida, no me he puesto nunca, ni lo haré ahora, en ninguno de los dos lados, yo se lo que pasó en Panamá durante la invasión, también se como estaba Panamá antes de esta, ni apruebo, ni desapruebo, simplemente no opino.

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martes, 20 de noviembre de 2007

Etimología


La etimología siempre me ha interesado, es algo así como hacer excavaciones en las palabras, desentrañar el origen de un vocablo me parece divertido y a veces te puedes llevar sorpresas cuando averiguas la procedencia de alguna de ellas.

Ahora he encontrado un libro que es una gozada, al oír de él, inmediatamente lo puse en mi lista de compras para cuando fuese a Barcelona, la verdad es que me volví loca buscándolo, y tuve que esperar hasta mi segunda visita a mi tierra para poderlo encontrar, cosa que también costó. Hubo un momento en que pensé que se había tramado un complot en mi contra, pero cuando ya me había dado por vencida; en la estantería de una conocida librería donde ya había preguntado antes y me habían dicho que estaba agotado, de repente lo vi, era el único que quedaba e inmediatamente lo adquirí, desde entonces más de una vez me entretengo buscando parentescos entre palabras.
El libro en cuestión se llama “Parentescos insólitos del lenguaje”, su autor: Fernando A. Navarro, la editorial es: del Prado.

No os podéis imaginar la cantidad de vínculos que existen entre las palabras, además el autor escribe con sentido del humor, cosa que hace que su lectura sea entretenida.
Nos podemos encontrar con parentescos con las más dispares palabras como: Espalda y espada, Esfínter y esfinge, Chotis y Scotland Yard, Chándal (sudadera) y alioli, Vándalo y andaluz, Robo y ropa…
Ayer estaba hojeando el libro y me encontré con: Porquería y porcelana, e inmediatamente pensé que tenía que compartir con vosotros este encuentro.

Os voy a escribir más o menos de que va la cosa, que tampoco se trata de dar clases magistrales y menos copiarlas.
Del nombre que los romanos le daban al simpático y nutritivo animalito llamado porcus, derivan las palabras puerco y su adjetivo porcino, y también al lugar en que estos acostumbran a vivir: porqueriza y pocilga.

Hay que decir en defensa de estos animales, que los zoólogos los consideran como uno de los más limpios que existen en la naturaleza, pues dicen que, cuando viven en libertad tienen revolcaderos de lodo para refrescarse en verano y quitarse los parásitos, es en cautividad cuando se ven obligados en convertir la pocilga en revolcadero, y por eso la sabiduría popular, los ha convertido en el máximo exponente de la suciedad, y llamamos porquerías a cualquier basura o actos indecentes, llegando incluso a ser un insulto.

Y ahora viene lo realmente sorprendente y es su parentesco con porcelana, quiero que quede bien claro que sólo estoy escribiendo lo que he leído del libro y que no me estoy inventando nada.
Así pues, decía que el nombre en latín es porcus para macho y porca para hembra, el diminutivo de la forma femenina, porcella, se usó también entre los romanos en sentido obsceno, para designar el sexo femenino, la vulva, aunque por analogía de aspecto, también a esa parte se le ha dado el nombre de concha, palabra muy conocida en Argentina.
Pero la palabra porcella, también se usaba para designar varios tipos de conchas, esa palabra se conserva aún en Italia, que llaman porcellana al cauri, un molusco de concha lisa, blanca y brillante.
Cuando a finales del siglo XV llegó desde la china una loza muy fina y blanquísima, muchos creyeron que estaba hecha por la concha de esos moluscos pulverizada y la llamaron porcelana, y su nombre se expandió por toda Europa.

Así que ahora que ya sabéis, por favor, cuando os inviten a un café de alto copete y la anfitriona os diga que el juego de café es de la más fina de las porcelanas, espero que podáis contener la carcajada, al pensar que lo que tenéis entre las manos bien podría ser tazas de concha, o almeja… triturada, que os conozco, y por parentesco con los animales descritos anteriormente, una auténtica porquería.

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jueves, 15 de noviembre de 2007

Buc


Uno de los componentes de esta familia, es un hermoso labrador negro, el más consentido de la casa y por el que yo siento debilidad.
Buc, que así se llama el personaje, lleva con nosotros más de once años, nos ha acompañado por casi todos los países donde hemos estado, aunque es originario de México. Un perro con las pistolas bien puestas, como mandan los cánones del charro mexicano.
Este dócil animalito, que ahora casi tiene doce años y artritis en la cadera, aún se dedica a hacer locuras y a saltarle a la gente cuando vienen a vernos, es un loco de mucho cuidado, siempre lo fue, genio y figura…
Desde luego, nosotros que somos gente responsable donde la haya, a los cuatro meses de edad, decidimos entrenarlo por un profesional, así yo podría sacarlo sin necesidad de parecer un papalote (cometa) volando detrás de él.
El entrenamiento fue de maravilla, pero es tan listo y me quiere tanto, que decidió que sería él el que me sacaría a pasear a mi tres veces al día, debió creer que necesitaba correr.
Era una pasada, andaba por la calle a nuestro lado, cuando estaban todos conmigo yo no necesitaba volar detrás de él, se sentaba cuando se lo decíamos, y esperaba sentado hasta nuestra próxima orden, una delicia de perro, la envidia del barrio.
Una vez, cuando mi suegra vino a visitarnos a México, decidimos ir a Taxco, un pueblito precioso, lleno de minas de plata y por supuesto de platerías, pues bien, esa vez, decidimos que nos llevaríamos a Buc con nosotros, la verdad es que nos daba penita dejarlo solo, con eso enormes ojos negros mirándonos tristemente cada vez que salíamos.
Así que muy contento se subió al coche y enfilamos hacia Taxco, una vez allí, empezamos a recorrer las platerías, cada vez que entrábamos en una, Buc se quedaba en la puerta del negocio, sentado y sin atar, esperando por nosotros, muy puesto y educado él, no había nadie que no le dijera algo, y él se los miraba con cara de: Lo sé, soy guapo y muy bien educado y vosotros debéis decirme todo eso, porque soy irresistible…
El día transcurrió viendo una joyería detrás de la otra, por la tarde y ya muertos de cansancio, decidimos que entraríamos en una última platería y nos iríamos.
La elegida, fue una como las otras, no tenía nada de especial, salvo por una enorme mesa en medio del local, cubierta por un paño de terciopelo negro, donde tenían expuestos: collares, pulseras, anillos, pendientes y demás chucherías de plata, todo en perfecto orden.
Entramos, mientras mi esposo hacía sentar a Buc bajo el dintel de la puerta, y allí se quedó, la tienda estaba llena de gente, que hacían lo mismo que nosotros, mirar.
Pero parece ser que, el obediente caballero decidió que ya estaba bien de ser admirado en el suelo y que su porte merecía algo más, digamos, elevado.
De repente y como exhalación, una masa negra se abalanzó sobre la mesa, allí estaba Buc, con la lengua fuera y una sonrisa de oreja a oreja, como queriendo decir: Ya estoy aquí, no esperéis más.
Y si, allí estaba, entre montones de plata desordenada que reflejaban su silueta partida en miles de pedacitos.
Todos los que estaban allí dieron un brinco, al ver que algo negro se abalanzaba sobre la mesa, mientras que nosotros intentábamos meternos por los huecos del suelo, sin conseguirlo, pues no habían.
La dueña de la tienda, después de la primera impresión, lo miró, la cara se le dulcificó y dijo estirando las manos para tocarlo:
-¡Pero qué cosa más mona!, ¿muerde?- dijo mientras lo acariciaba y le decía algunas zalamerías, que Buc aceptó como algo natural.
-No señora ¡cómo cree!- dijimos todos a una, mientras bajábamos al pinche perro de la mesa y entre todos tratábamos de poner orden en ella.
La Señora, muy atenta y muy, muy simpática, nos dijo, no se preocupen, yo me encargaré de todo, no se si lo dijo, porque era realmente amable, o lo que quería es que saliéramos de su tienda lo antes posible.
El caso es que nos fuimos pitando del lugar, nos metimos en el coche y enfilamos hacia Metepec lo más rápido que pudimos.
Buc, se acostó en la parte de atrás del coche muy cansado por el duro día de paseo y satisfecho de haber reivindicado su condición de ser el más guapo del mundo.
Desde entonces, preferimos no mirarlo a la cara cuando salimos, y simplemente le decimos que volveremos enseguida.

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domingo, 11 de noviembre de 2007

Creación versus evolución



Hace poco me he enterado que el presidente George W. Bush quiere abolir por ley, la enseñanza de la teoría evolutiva e implantar la creacionista.

Como siempre, y aunque tenía una ligera idea sobre ambas teorías, he invocado al Oráculo, y este ha tenido a bien informarme más ampliamente.

Parece ser que dentro de la teoría creacionista, existen varias subdivisiones, unas más descabelladas que otras y que niegan con más o menos fuerza la evolución.

Hasta me he encontrado con un simpático arzobispo anglicano, James Ussher (1581-1656); que dijo que la edad de la Tierra era de 6.000 años, y afirmó que la creación del mundo, se inició en el atardecer anterior al domingo del 23 de octubre del año 4004 a.C. del calendario Juliano, o sea, el 22 de Octubre.

Aseverando todo esto al tomar la Biblia como base, cosa que le causaría bastantes problemas, ya que esta fue compilada de diferentes fuentes a través de los siglos, con diferentes versiones y grandes vacíos cronológicos, haciendo imposible efectuar una simple suma de las edades y fechas que contiene.

Él dice que la creación se inició al atardecer y no durante el día, Ussher debió creer que Dios en la época en que empezó con la creación era hebreo, pues usó el calendario hebreo para hacerlo, y por eso supuso que descansó en un sábado y tirando hacia atrás, llegó a la conclusión de que el inicio de la creación debía ser también en ese día, pero al atardecer, que es cuando termina el Sabbat.

Desde luego, la teoría creacionista, niega rotundamente la extinción de los Dinosaurios y demás animales, arguyendo que esos bichos murieron ahogados en el famoso Diluvio Universal, incluso ha habido quien ha dicho que todos esos fósiles son falsos, y otros aseguran que estos no están extintos, si no que viven en algún lugar, escondidos.

¿Dónde?, porque bulto hacen y comer no digamos, a ver si ahora nos van a decir que los causantes de la deforestación o la extinción de tantos animales en el planeta, la han causado estas fieras, que salen por las noches y se dedican a comer sin medida.

Por otro lado, los investigadores han declarado y no sin base, que los humanos compartimos el 99.99 % de nuestro ADN con los chimpancés, entendería, tal como están las cosas, que estos últimos se negaran a intervenir en esta herencia, pero lamentablemente no los entendemos.

Es el Señor Bush el que se niega a aceptar su parecido, altamente notorio con estos inteligentes animalitos. Si yo fuera chimpancé lo borraría de mi árbol genealógico, ¡por favor!, a veces pienso que este hombre comparte ADN con alguna clase de lombriz, y no es mi intención menospreciar la inteligencia de estas últimas, ni mucho menos ofenderlas.

También dicen los creacionista que cuando Dios hace algo, lo hace perfecto, y que nada de lo que él creó necesita evolucionar y mucho menos extinguirse, podríamos decir que en parte tienen razón, pues el balance en la naturaleza es obvio y todo está encadenado.

Pero a medida que he ido investigando me encuentro con otro escollo, ese problema es la creación del hombre, ya que, o el Señor tuvo un error de construcción o no me queda otro remedio que decantarme por la teoría evolucionista, admitiendo que en esta también hubo un error en algún momento de la historia.

Yo que soy ceramista, no dejo de pensar en las palabras del Génesis, cuando dice que el hombre fue creado con barro.

Y mi fantasía, bastante traviesa, hace que me lo imagine sentado en alguna roca, remangado y con un montón de barro entre las piernas, creando una escultura a su imagen y semejanza, al que después le insuflaría vida, pero…

Y aquí vienen mis dudas, veréis os contaré:

Cuando uno hace algo con barro, la pieza, mientras se va trabajando no debe dejarse secar sin más, si no que debe cubrirse con alguna tela húmeda, para que la obra se vaya secando lentamente y por partes iguales, así no se crean tensiones, las cuales producirían grietas y podrían generar la rotura de dicha pieza, el secado es la parte más importante del proceso, es por eso que me pregunto: ¿Se tomó el tiempo suficiente para que la escultura fuera secando por partes iguales?

Otra cosa fundamental, es el quemado, si el barro no se quema, la arcilla se desmorona convirtiéndose en polvo; y me vuelve a asaltar otra duda: ¿la metió en el horno?, porque eso de “polvo eres y en polvo te convertirás”, me da mucho que pensar.

Y por último, la temperatura del horno, porque si esta última no es la adecuada, la pieza no sale como debe ser, y a veces creo que muchos de nosotros aún estamos algo crudos.

Así que, teniendo en cuenta la cantidad de paridas que el hombre ha hecho durante todo el periodo que se encuentra sobre la tierra, sean 6.000 años o millones, no me toca otro remedio que pensar que el Creador, aún queriendo hacer las cosas bien y como no sabía de alfarería, en algún momento del proceso metió la pata.

Pero si estoy equivocada en estos razonamientos, entonces sólo puedo creer que como descubrió Hugo de Vries (botánico holandés 1848-1935), y en el momento que alguna célula reproductora cambió al azar para mutar, hubieron otras variaciones que al ir evolucionando se han convertido en estos seres, y estos en un ataque de diarrea mental colectiva, se niegan a aceptar lo que tan obviamente tienen delante de sus narices. Una cantidad inmensa de información científicamente comprobada, que ellos quieren erradicar de un sólo un plumazo.

Espero, por el bien de la ciencia, que los señores senadores no padezcan de ninguna clase de malestar mental, porque si no, ya veo toda esa información guardada bajo llave y llena de polvo en alguno de los hangares que para ese efecto tiene la C.I.A.

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jueves, 8 de noviembre de 2007

Imagina...


La canción de John Lennon dice: Imagina que no hay cielo ni infierno, que no existen los países, nada porque matar o morir, que no hay religiones, que no hay gula ni hambre, imagina la hermandad entre los hombres, imagina a toda la gente compartiendo el mundo…
Pero en el afán de llenar nuestros bolsillos, hemos olvidado que cada uno de nosotros formamos parte de un todo mucho mayor y del que todos somos responsables; ya sea con nuestro planeta, con nuestros animales, y sobre todo con cada uno de los seres humanos que están en él.
Nos revolvemos en nuestros cómodos sillones e incluso llegamos a cambiar el canal del televisor, cada vez que aparecen imágenes desgarradoras de gente que intenta a toda costa hacer realidad sus sueños, aunque ese intento signifique el fin de los mismos.
O cuando vemos esos ojos enormes que nos miran a través de la pantalla, preguntándonos porque ellos no pueden tener las mismas oportunidades que nosotros.
Quizás pensemos que con cambiar el canal el problema desaparezca, parece ser que a muchos de nosotros, lo único que nos importa es que nuestra vida y comodidades sigan tal como están, que no se nos moleste con esas cosas y menos a la hora de la cena, y que se encarguen las organizaciones que para eso están.
O quizás lleguemos a decir: ¿Cómo puede ser qué pasen estas cosas?, eso no se debería permitir y algunos, hasta lleguemos a soltar alguna que otra lágrima, pero seguimos con nuestra vida olvidando que, cada uno de los que aparecen en la pantalla también desean lo mismo que nosotros, que han dejado detrás una familia y que emprenden ese viaje a veces sin retorno, con los bolsillos llenos sólo de esperanzas e ilusiones.
Algunos pueden decir que Dios no existe, pues si existiera no permitiría que eso pasara, y yo me pregunto, ¿debe ser Dios el qué se encargue, o deberíamos ser nosotros los responsables de que todos tuviéramos las mismas oportunidades?
Si Dios existe le debe quedar poca vida, pues nosotros, que según dicen somos sus hijos, somos los que lo estamos matando cada minuto que pasa.
Lo matamos cada vez que alguien muere en una patera, o en alta mar, cada vez que alguien muere por culpa de las armas, cada vez que alguien muere en nombre de Dios, cada vez que una mujer muere en manos de su compañero, cada vez que un niño muere de hambre, cada vez que una Madre llora de impotencia, cada vez que uno de nosotros pierde la libertad, cada vez que a alguien se le niega la educación, la sanidad, o un techo sobre su cabeza, cada vez que se comete un acto de racismo, cada vez que se da la espalda a alguien que necesita ayuda.
Dejemos de pensar que alguien superior a nosotros debe ocuparse de todo, somos nosotros y nadie más, los responsables de que algo así esté pasando, somos nosotros los que debemos poner solución a un mundo cada vez más inhumano y materialista, no nos miremos más el ombligo, ni nos sintamos tan satisfechos de nuestra vida, ni nos envanezcamos tanto de nuestros éxitos, pues una gran parte de ese todo ni siquiera tiene esperanzas de vida.
Debemos despertar de una vez por todas, darnos cuenta y aprender, que no existen los colores, los idiomas, las fronteras, los países, las religiones, ni los géneros, que la compasión y la fraternidad son los únicos idiomas que debemos hablar, en bien de todos, ya que no somos millones, si no que somos uno, que todos estamos hechos de la misma materia y formamos parte de la misma esencia, y que si dañamos parte de ese todo, nos estamos dañando a nosotros mismos.
…Podríais decirme que soy una soñadora, pero no soy la única. Espero que algún día te unas a nosotros y el mundo será uno.

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lunes, 5 de noviembre de 2007

The Flying Stars-2



Aquí os dejo un par de fotos de los momentos cumbres.

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The Flying Stars


El otro día en Kuwait, tuvo lugar un concurso patrocinado por una conocida bebida tonificante, que supuestamente pone alas a la imaginación de sus participantes.
El concurso consiste en planear el tramo más largo posible con un vehículo construido e inventado por un equipo de cinco personas.
El diseño es libre, cualquier artefacto que esté dentro del peso y las medidas dadas por la organización sirve, y que tenga la más ligera posibilidad de elevarse por los cielos sin la intervención de ninguna clase de motor, con la única condición de que sus materiales floten.
El piloto metido dentro del artefacto se la juega, cuando es lanzado desde una rampa de seis metros de altura al mar, al caer junto con la “nave” con la única protección de un casco.
Vi saltar a un camello volador, un sarcófago con su momia envuelta en metros y metros de papel higiénico, una mariquita enorme, que en lugar de elevarse airosa por el cielo, cayó en picado, una especie de manta raya que se dio la vuelta y su piloto cayó al mar sin remedio, Tom persiguiendo a Jerry por encima de la pasarela, un barco pirata que más tarde quedo varado en la playa, y otros modelos que se elevaron airosos para terminar como los demás en el agua, en fin, veintiocho artefactos preparados para surcar los cielos con las alas la imaginación.
El equipo ganador, fue el que mi esposo lideraba, y todos los que lo conocen ya se estarán imaginando cual era el modelo que el intrépido piloto consiguió hacer planear durante doce metros, y no están equivocados.
Fueron los mejores en todo: longitud del vuelo, diseño y un montón de cosas que no pude entender, pues el concurso fue conducido en árabe, idioma del que sólo entiendo lo mínimo.
Esta vez, un coche se elevó por lo aires y no como resultado de una colisión, ni nada parecido, ni tampoco se dispararon los airbags, claro que no los tenía.
El modelo que presentaron fue sin lugar a dudas el mejor, pero también hay que reconocer que los medios de los que disponían eran los mejores: las herramientas necesarias, gente con conocimientos en tecnología y lo más importante de todo, ganas y entusiasmo para hacerlo.
Aún así, certifico que se lo curraron, han sido tres meses de trabajo duro, quedándose al salir del trabajo, haciendo planos y diseños, discutiendo y riendo todos juntos, poniendo la piloto a dieta, para que pesara menos y disfrutando de cada nuevo problema que surgía, en fin, trabajo en equipo que era de lo que se trataba.
Por eso en el momento en que vi a los cinco compañeros subir al podium a recibir su merecido premio, yo que soy una llorona, solté mis lagrimitas viendo como se abrazaban llenos de alegría.
Es por eso que este post se lo dedico con mucho cariño al equipo de los “Flyng Stars”.
¡Mabrouk (felicidades) Flying Stars, buen trabajo!

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jueves, 1 de noviembre de 2007


Dubai, es la ciudad de las exageraciones, la más importante de los Emiratos Árabes Unidos, fundados hace treinta seis años, cuya capital es Abu Dhabi.
Esta ciudad se está llevando la palma en batir records, la ciudad con el número más grande del mundo en grúas de construcción, y aunque su población es muy pequeña comparada con otras en el mundo, su crecimiento es exagerado.
Nunca he estado en su aeropuerto, que este no se encuentre lleno hasta los topes, como si regalaran rosquillas, la población autóctona es poca, el 15%, pero la ciudad ha crecido en 5 años más del doble.



Seguro que la conocéis por su hotel de siete estrellas, Burj al Arab, por sus Palms y su Planisferio, que ya se pueden ver desde el espacio.
En el tiempo en que yo he estado allí, la ciudad ha crecido tanto, que llegué a la conclusión que los edificios y casas, crecían en el desierto como champiñones, pasabas un día por allí y no había nada, y a la siguiente semana, “pluf”, te encontrabas con una casa casi terminada, o quizás con un puente nuevo, bueno, eso si es exagerar, los puentes los hacen en seis meses, no en una semana, pero bueno, son rápidos, ya que se construye durante veinticuatro horas, los trescientos sesenta y cinco días del año.
Todo, absolutamente todo es exagerado y desde luego artificial, ahí sólo había arena hasta hace muy poco, pescadores de perlas y contrabandistas, nada más y desde luego, se movían en camellos, ahora lo hacen en los coches más lujosos que os podéis imaginar.
Para que os hagáis una idea, os diré que los jardines de la ciudad (está llena de ellos), son regados automáticamente, y que sus plantas son cambiadas, cuatro veces al año, para que siempre haya flores por todas partes.
Pero aún hay más, pues esta gente se ha propuesto batir records en todo lo que hace; el edificio más alto del mundo (Burj Dubai) está en construcción y aún faltando mucho para terminarlo, ya ostenta ese record, en este momento tiene 139 pisos, nunca han dicho su altura final, para que nadie pueda hacerlo más alto hasta que no esté finalizado. Tienen una pista de esquí en toda regla, para tener el lujo de poder hacer el animal por la mañana en las dunas y por las tardes en la nieve.
Construyen canales de agua por todas partes con fuentes y surtidores, para alegría de los mosquitos, que ufanos se están instalando en la tierra de las mil y una noches, dentro de poco picarán al personal, ofreciéndonos antes de hacerlo, una voluptuosa danza del vientre.
Y por si esto fuera poco, el parque temático más grande del mundo ya está en construcción, sólo la zona de deportes, tendrá la extensión de Mónaco…siete veces. Entre sus próximos proyectos, se encuentra un hotel submarino, otro bajo las dunas en el desierto, y yo que se que más, pero eso si, todo ha de ser, el más, el mejor, no se andan con chiquitas estos Árabes, ¡qué va!
No se si sabréis que es una shisha, pipa de agua, o narghilé, son esos cacharros que salen en las películas y que los Sultanes y Emires, fuman con tanto deleite, nosotros también, para que mentir, pues bien, hemos llegado a la conclusión por unanimidad, amigos y familia residentes en Dubai, que esta gente se fuman sus buenas shishas, bien cargaditas, vete tu saber de que, y al día siguiente se levantan con nuevos proyectos, a saber cual más y mejor. La extravagancia de la alucinación debe ser directamente proporcional a la cantidad y al producto fumado, pero os digo yo, que el tabaco que nosotros fumamos, no es, palabra de honor.

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